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En un inicio, las células tumorales crecen en compartimentos de los que no pueden salir por la acción de dos receptores que les delimitan el espacio.
El primer paso en el desarrollo de un cáncer colorrectal es la formación de tumores benignos en el intestino denominados adenomas. A lo largo de los años, estos tumores benignos pueden derivar hacia un cáncer de colon si padecen una serie de mutaciones y alteraciones genéticas. Investigadores del IRB Barcelona, liderados por Eduard Batlle, jefe del programa de Oncología del instituto, han descubierto un nuevo mecanismo por el cual las células tumorales benignas reciben la orden de crecer en compartimentos delimitados, sin posibilidad de invadir otras zonas del tejido. La descripción de este nuevo mecanismo de supresión tumoral lo recoge la revista científica Nature Genetics.
Los científicos han observado que las células tumorales de los adenomas están dotadas de un tipo especializado de receptores de superficie, denominados EphB2 y EphB3, que detectan la presencia de ciertos ligandos en el tejido normal que les rodea. Estos receptores y sus ligandos tienen como función organizar la estructura del tejido intestinal. Gracias a la actividad de los receptores EphB2 y EphB3, las células tumorales deben "escuchar" obligatoriamente las señales que reciben de su entorno. Estas señales obligan a los tumores benignos a crecer en un espacio delimitado más allá del cual no pueden expandirse. "Sabíamos que estos receptores funcionaban como supresores tumorales, pero desconocíamos cómo. Ahora hemos podido ver que lo que hacen es compartimentalizar el tumor y, por lo tanto, ponen barreras a su expansión", explica Batlle.
Hasta que las células tumorales no aprenden a desactivarlos no pueden invadir otros territorios fuera del compartimento. Según el investigador ICREA en el IRB Barcelona, "de alguna manera las células tumorales a medida que se van malignizando van refinando su programa genético y eliminan aquellas señales que les impiden crecer, entre otras, la acción de estos dos receptores que imponen información posicional".
Este estudio explica uno de los mecanismos clave en la conversión benigno–maligno durante la aparición del cáncer de colon. Gracias a los experimentos realizados con modelos animales y en células in vitro, los científicos han determinado que la pérdida de compartimentalización, es decir, la pérdida de función de estos dos receptores, es uno de los factores clave en la aparición de un cáncer colorrectal a partir de un adenoma.
Se calcula que entre el 30 y el 50% de personas más mayores de 60 años pueden desarrollar alguno de estos adenomas benignos. El cáncer colorrectal se sitúa en la primera posición del registro de cánceres más frecuentes en España, con más de 25.000 nuevos diagnósticos al año. Sólo en el último año, más de medio millón de personas en todo el mundo murieron de cáncer colorrectal.
Artículo de referencia:
EphB-ephrin-B interactions supress colorectal cancer progression by compartmentalizing tumor cells (2007)
Cortina C., Palomo-Ponce S., Iglesias M., Fernández-Masip J.L., Vivancos A., Whissel W., Humà M., Peiré N., Gallego L., Jonkheer S., Davy A., Lloreta J., Sancho E., Batlle E.
Nature Genetics (doi 10.1038/ng.2007.11)
IRB Barcelona
El Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) trabaja para conseguir una vida libre de enfermedades. Desarrolla una investigación multidisciplinar de excelencia para curar el cáncer y otras enfermedades vinculadas al envejecimiento. Establece colaboraciones con la industria farmacéutica y los principales hospitales para hacer llegar los resultados de la investigación a la sociedad, a través de la transferencia de tecnología, y realiza diferentes iniciativas de divulgación científica para mantener un diálogo abierto con la ciudadanía. El IRB Barcelona es un centro internacional que acoge alrededor de 400 científicos de más de 30 nacionalidades. Reconocido como Centro de Excelencia Severo Ochoa desde 2011, es un centro CERCA y miembro del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST).