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Descubierto un mecanismo por el cual tumores epiteliales provocan retrasos en el desarrollo

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El estudio, llevado a cabo en la mosca Drosophila, demuestra que los tumores inducidos por inestabilidad cromosómica retrasan la entrada en la fase adulta.

Los tumores producen la proteína Upd3 (equivalente a la Interleuquina-6 humana) para bloquear la producción de hormonas esteroideas que promueven el desarrollo.

El trabajo del laboratorio de Desarrollo y Control del Crecimiento del IRB Barcelona se ha publicado en la revista Current Biology.

El equilibrio que coordina el crecimiento de un organismo y el transcurso de éste a lo largo de las distintas etapas del desarrollo es transversal al mundo animal, y está regulado por señales internas y externas. Ejemplos de ello son la pubertad en los humanos y la metamorfosis en las moscas. Se trata de transiciones durante las cuales se producen hormonas esteroideas que marcan el punto de inflexión que determinará el cese del crecimiento y la entrada en el estado adulto. Determinadas patologías humanas, como el desarrollo de tumores y las enfermedades intestinales inflamatorias (EII), afectan dicha transición, retrasándola en el tiempo.

Científicos del IRB Barcelona, liderados por el Dr. Marco Milán, han descubierto el mecanismo por el cual los tumores epiteliales malignos afectan la producción de hormonas esteroideas. En concreto, estos investigadores han descubierto que la proteína Upd3 de Drosophila (equivalente a la Interleuquina-6 humana) es la principal señal producida por células tumorales para influir sobre la producción de las hormonas y activar vías de señalización que bloquean la transición a la fase adulta.

“Este hallazgo es muy relevante y nos puede ayudar a entender los retrasos que se producen en la transición a la pubertad provocados por distintas patologías en los adolescentes. Al final, lo que ocurre es que un órgano dañado envía señales al organismo para advertir que no está preparado para un proceso de cambio”, explica el Dr. Marco Milán, investigador ICREA y jefe del laboratorio de Desarrollo y Control del Crecimiento del IRB Barcelona.

 

Un modelo para el estudio del cáncer

Para llevar a cabo este estudio, el grupo que lidera el Dr. Milán ha utilizado el gran potencial genético de la mosca Drosophila para generar cambios en el tejido epitelial que simulan un crecimiento tumoral y emular la capacidad de emisión de señales que se encuentran en los carcinomas humanos.

“Lo que nos permite un modelo animal como la mosca Drosophila es investigar el fenómeno en su totalidad, con un enfoque sistémico. En este caso, hemos podido observar que las células tumorales no sólo producen Upd3 para regular la producción de hormonas esteroideas, sino también otras moléculas que actúan sinérgicamente”, aclara Daniela Romão, estudiante de doctorado y primera autora del artículo. “Curiosamente, alguna de estas señales produce una respuesta del organismo que se asemeja a lo que ocurre en pacientes diabéticos”, comenta Romão. Estos resultados abren nuevas vías para comprender mejor por qué la diabetes es un componente de riesgo en pacientes de cáncer.

 

El estudio ha sido financiado por la Comisión Europea a través de las ayudas FEDER y el Ministerio de Ciencia e Innovación de España (MCI/ AEI) del Gobierno de España.

 

Artículo de referencia:
Daniela Romão, Mariana Muzzopappa, Lara Barrio & Marco Milán
The Upd3 cytokine couples inflammation to maturation defects in Drosophila
Current Biology (2021) DOI: 10.1016/j.cub.2021.01.080

 

IRB Barcelona

El Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) trabaja para conseguir una vida libre de enfermedades. Desarrolla una investigación multidisciplinar de excelencia para curar el cáncer y otras enfermedades vinculadas al envejecimiento. Establece colaboraciones con la industria farmacéutica y los principales hospitales para hacer llegar los resultados de la investigación a la sociedad, a través de la transferencia de tecnología, y realiza diferentes iniciativas de divulgación científica para mantener un diálogo abierto con la ciudadanía. El IRB Barcelona es un centro internacional que acoge alrededor de 400 científicos de más de 30 nacionalidades. Reconocido como Centro de Excelencia Severo Ochoa desde 2011, es un centro CERCA y miembro del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST).