Images
Contact
La biotecnológica catalana Iproteos, impulsada por el IRB Barcelona y la Universidad de Barcelona, aplicará nuevas tecnologías para descubrir fármacos más eficaces y con menos efectos secundarios.
A pesar del gran número de avances científicos acaecidos en los últimos años, uno de los grandes retos de la industria farmacéutica es la búsqueda de nuevas generaciones de fármacos que combinen eficacia con baja toxicidad y bajo coste. Iproteos, fundada por Teresa Tarragó - investigadora del Institut de Recerca Biomèdica (IRB Barcelona) - y por Ernest Giralt - coordinador del Programa de Química y Farmacología Molecular del IRB Barcelona y catedrático de la Universidad de Barcelona (UB) - nace con el objetivo de introducir en el mercado una nueva generación de fármacos que cumplan estos requisitos.
La empresa, que está impulsada por el IRB Barcelona y la UB con la participación estratégica de la Fundación Bosch i Gimpera de la misma universidad, buscará fármacos que bloqueen la acción de un tipo específico de proteínas, llamadas proteasas, desreguladas en un gran número de enfermedades incluyendo cáncer, enfermedades infecciosas y enfermedades mentales.
Fármacos selectivos y más económicos
El pequeño tamaño de los fármacos tradicionales hace que sean capaces de unirse a numerosos componentes celulares, lo que a menudo provoca un gran número de efectos secundarios. Para solucionar este problema, han aparecido en los últimos 20 años los fármacos proteicos – fármacos de segunda generación - entre los que se encuentran los anticuerpos, muy utilizados en el tratamiento de algunos tipos de cánceres. Aunque mucho más caros, el mayor tamaño de los fármacos proteicos les permite ser más específicos y producir un número de efectos secundarios menor que los anteriores. Los fármacos proteicos se obtienen mediante organismos modificados genéticamente, lo que obliga a utilizar costosos procesos de purificación para asegurar la ausencia de contaminantes tóxicos.
La actividad de Iproteos se centrará en descubrir fármacos de tercera generación, basados en moléculas llamadas péptidos, que están en la interfaz entre los utilizados tradicionalmente y las proteínas. “El tamaño intermedio de los péptidos permitirá tratar enfermedades de una manera tan específica y selectiva como los fármacos proteicos y con costes similares a las terapias tradicionales”, explican Tarragó y Giralt. Además, la síntesis química de los péptidos en el laboratorio permitirá mejorar su bioseguridad y reducir las posibles respuestas inmunológicas no deseadas en los pacientes.
Iproteos centrará sus esfuerzos en la búsqueda de péptidos que bloqueen la acción de proteasas, importantes dianas terapéuticas para el tratamiento de una gran variedad de enfermedades. Para ello Tarragó y Giralt combinarán su amplia experiencia investigadora en péptidos y proteasas con técnicas de diseño in silico de nuevos fármacos y las tecnologías más innovadoras en síntesis de péptidos.
La empresa se ha creado sobre la base de la transferencia de una tecnología generada en el seno de las instituciones del IRB Barcelona y la UB. Según los fundadores, en 3 años podrían tener un primer péptido candidato a fármaco para comenzar los ensayos clínicos correspondientes.
IRB Barcelona
El Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) trabaja para conseguir una vida libre de enfermedades. Desarrolla una investigación multidisciplinar de excelencia para curar el cáncer y otras enfermedades vinculadas al envejecimiento. Establece colaboraciones con la industria farmacéutica y los principales hospitales para hacer llegar los resultados de la investigación a la sociedad, a través de la transferencia de tecnología, y realiza diferentes iniciativas de divulgación científica para mantener un diálogo abierto con la ciudadanía. El IRB Barcelona es un centro internacional que acoge alrededor de 400 científicos de más de 30 nacionalidades. Reconocido como Centro de Excelencia Severo Ochoa desde 2011, es un centro CERCA y miembro del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST).