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- Una proteína específica, la TP53INP2, podría prevenir la pérdida de músculo que ocurre con la edad.
- Publicado en la revista Autophagy, el estudio del IRB Barcelona y la Universidad de Barcelona muestra que altos niveles de esta proteína están vinculados a una mayor fuerza muscular y un envejecimiento más saludable.
- Este avance abre la puerta a nuevos tratamientos que podrían mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
La sarcopenia es un trastorno frecuente en los mayores, que se caracteriza por la pérdida progresiva de masa y función muscular, que puede reducir significativamente su calidad de vida y aumentar el riesgo de caídas, lesiones y dependencia. Investigar este fenómeno es esencial para desarrollar estrategias efectivas que permitan a la población envejecer con salud y autonomía.
Un estudio co-liderado por el Dr. Antonio Zorzano del IRB Barcelona, y el Dr. David Sebastián, ahora Profesor de la Universidad de Barcelona (UB), publicado en la revista Autophagy, demuestra que una proteína llamada TP53INP2 puede ser clave en la lucha contra la sarcopenia. Desarrollado en colaboración con el Parc Sanitari Sant Joan de Déu, el trabajo muestra que niveles elevados de TP53INP2 en el músculo están asociados con una mayor fuerza muscular y un envejecimiento más saludable en humanos.
La pérdida de masa muscular comienza a manifestarse típicamente a partir de los 55 años e impacta negativamente en la funcionalidad y en la salud del mayor. La sarcopenia conduce a una mayor fragilidad, discapacidad física y necesidad de cuidados a largo plazo. A través de un estudio exhaustivo, el equipo científico ha identificado un papel crucial para la proteína TP53INP2, que regula la autofagia, un proceso celular esencial para la eliminación de proteínas dañadas y orgánulos, en la preservación de la masa muscular y el funcionamiento.
A través de experimentos en modelos de ratón y el análisis de muestras de tejido muscular humano, los investigadores descubrieron que los niveles de TP53INP2 disminuyen con la edad. Sin embargo, aumentar artificialmente la cantidad de esta proteína en los músculos, ya sea de forma prolongada en ratones jóvenes o temporalmente en ratones más viejos mediante técnicas de ingeniería genética, resultó en una mejora significativa de la masa y función muscular.
Estos hallazgos sugieren que fomentar la actividad de la TP53INP2 y, por ende, la autofagia en el músculo, podría ser una estrategia efectiva para luchar contra la sarcopenia y promover un envejecimiento más activo y saludable. En estudios con personas, altos niveles de TP53INP2 se asociaron con una mayor fuerza y mejor desempeño físico, lo que destaca su potencial como indicador de un envejecimiento saludable.
"Este estudio no solo resalta la importancia de mantener activa la autofagia en los músculos para prevenir la pérdida de masa muscular, sino que también nos da esperanzas sobre posibles tratamientos que podrían mejorar o al menos mitigar los efectos del envejecimiento en nuestros músculos", explica el Dr. Zorzano, que también es Catedrático de la Facultad de Biología de la UB y miembro del CIBERDEM. “Además, la activación de la autofagia a través de la TP53INP2 mejoró la calidad de las mitocondrias, orgánulos esenciales en la generación de energía, proceso que en estudios anteriores habíamos demostrado que se ve alterado durante el envejecimiento”, destaca el Dr. Sebastián, Profesor en el departamento de Bioquímica y Fisiología de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la UB.
La colaboración con el Parc Sanitari Sant Joan de Déu ha sido esencial, proporcionando acceso a muestras biológicas procedentes de pacientes bien caracterizados, que permitieron determinar la asociación entre la expresión muscular de TP53INP2 y el envejecimiento saludable en humanos. Este avance no solo abre nuevas vías de investigación en el campo del envejecimiento, sino que también sugiere posibles intervenciones para mejorar significativamente la calidad de vida de las personas mayores, ayudándoles a mantener su independencia y vitalidad.
En adelante, los investigadores continuarán explorando si los niveles de TP53INP2 en cada persona están influenciados por factores genéticos, la actividad física, o si otros hábitos, como la nutrición, juegan un papel determinante.
Este trabajo ha sido posible gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Generalitat de Catalunya, y el Instituto de Salud Carlos III.
Artículo relacionado:
TP53INP2-dependent activation of muscle autophagy ameliorates sarcopenia and promotes healthy aging
David Sebastián, Marc Beltrà, Andrea Irazoki, David Sala, Pilar Aparicio, Cecilia Aris, Esmaeil Alibakhshi, Maria Rubio-Valera, Manuel Palacín, Juan Castellanos, Luis Lores & Antonio Zorzano
Autophagy (2024) DOI: 10.1080/15548627.2024.2333717
IRB Barcelona
El Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) trabaja para conseguir una vida libre de enfermedades. Desarrolla una investigación multidisciplinar de excelencia para curar el cáncer y otras enfermedades vinculadas al envejecimiento. Establece colaboraciones con la industria farmacéutica y los principales hospitales para hacer llegar los resultados de la investigación a la sociedad, a través de la transferencia de tecnología, y realiza diferentes iniciativas de divulgación científica para mantener un diálogo abierto con la ciudadanía. El IRB Barcelona es un centro internacional que acoge alrededor de 400 científicos de más de 30 nacionalidades. Reconocido como Centro de Excelencia Severo Ochoa desde 2011, es un centro CERCA y miembro del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST).