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El control de la conducta celular es fundamental para entender el desarrollo de los organismos y las patologías de muchas enfermedades
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica, Véronique Brodu y Jordi Casanova, han aportado nuevos datos sobre el proceso celular que se sigue para la formación de nuevos órganos en los seres vivos. Estudiando la mosca de la fruta, o Drosophila, han descrito a nivel celular como se pasa de una estructura plana a una estructura tridimensional. En concreto, han identificado las moléculas responsables de los cambios celulares para la formación del tubo traqueal de la mosca, su órgano respiratorio, y las han situado en la vía de iniciación de otras reacciones necesarias pera inducir el proceso. El estudio ha sido publicado en el último número de Genes & Development, una de las revistas más importantes en el campo del desarrollo.
La formación de los diferentes órganos en los seres vivos ocurre porque hay grupos de células que adoptan cambios coordinados en relación a su proliferación, migración, diferenciación y forma. Estos cambios que adoptan las células están controlados por genes que especifican el destino final de las células y, también, por la misma capacidad de las células por responder a señales externas. Aún así, todavía se desconoce en buena medida cómo la actividad de estos genes y de las señales extracelulares pueden provocar los cambios en las formas y en la conducta de les células.
"La idea final es llegar a entender cómo se organizan las células para formar un órgano completo, en este caso, el tubo de la tráquea", explica el investigador Jordi Casanova
En este trabajo, se han analizado cómo unas cuantas células que se encuentran en una superficie plana (en un epitelio) comienzan un proceso de invaginación (a moverse hacia el interior del organismo) para iniciar el proceso de formación del tubo traqueal de la Drosophila, uno de los organismos modelo en los estudios sobre desarrollo. Lo que se ha analizado es cómo estas células cambian de forma y empiezan a moverse de forma coordinada, y se han identificado una serie de moléculas que controlan estos procesos. En el trabajo desarrollado a lo largo de 3 años, los científicos han combinado técnicas genéticas y de biología celular. “Estos son unos resultados importantes”, explica Jordi Casanova, “y la idea final es llegar a entender como las células llegan a organizarse para formar todo un órgano, en este caso el tubo de la tráquea.” El estudio lo han desarrollo íntegramente en su laboratorio situado en el Parque Científico de Barcelona.
Entender las bases celulares del desarrollo es uno de los retos actuales en biomedicina. Estos estudios nos permiten comprender como se forma un ser y ver como funciona en los procesos normales y en los procesos de enfermedad. “El control de la conducta celular (proliferación, migración, diferenciación y cambio de forma) se encuentra en la base de nuestra biología y su funcionamiento anormal está presente en muchos procesos patológicos; la cuestión de su control es fundamental" añade el científico.
Congreso mundial de Drosophila en Barcelona
Cada día hay más laboratorios de renombre mundial que trabajan con modelos de Drosophila para estudiar las bases moleculares de enfermedades humanas, como los desórdenes morfológicos, neurológicos y metabólicos, cáncer, anomalías cardiovasculares, y patologías del sistema visual, auditivo e inmunológico. En este contexto, y tomando en consideración que Barcelona reúne diversos laboratorios con proyección internacional, el Instituto de Investigación Biomédica y ICREA han organizado el congreso “Drosophila como modelo para estudiar enfermedades humanas”. Por primera vez, expertos mundiales en Drosophila tendrán la oportunidad de discutir y presentar las últimas novedades en este campo. Será entre el 5 y el 7 de octubre en el Parque Científico de Barcelona (PCB).
IRB Barcelona
El Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) trabaja para conseguir una vida libre de enfermedades. Desarrolla una investigación multidisciplinar de excelencia para curar el cáncer y otras enfermedades vinculadas al envejecimiento. Establece colaboraciones con la industria farmacéutica y los principales hospitales para hacer llegar los resultados de la investigación a la sociedad, a través de la transferencia de tecnología, y realiza diferentes iniciativas de divulgación científica para mantener un diálogo abierto con la ciudadanía. El IRB Barcelona es un centro internacional que acoge alrededor de 400 científicos de más de 30 nacionalidades. Reconocido como Centro de Excelencia Severo Ochoa desde 2011, es un centro CERCA y miembro del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST).