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El Dr. Benjamí Oller-Salvia (Barcelona, 1987) está embarcado en una inspiradora trayectoria académica: se licenció en Química por el IQS (Institut Químic de Sarrià) en 2010 y, posteriormente, siguió alimentando su pasión por la Química Orgánica realizando un Máster en Ciencias por la Universidad de Barcelona (UB).
Su viaje académico continuó con la realización de su doctorado en el IRB Barcelona, que le fue concedido por la Universidad de Barcelona en 2015. Durante este período, tuvo el privilegio de trabajar bajo la tutoría del Dr. Ernest Giralt.
Hoy, el Dr. Benjamí Oller-Salvia dirige el Laboratorio de Biología Química y Sintética para Bioterapias en el IQS. También es Profesor Asociado en la misma universidad, donde su experiencia se extiende a la impartición de clases del Máster en Administración Avanzada de Medicamentos y Biomateriales, junto con un curso de pregrado en Biocatálisis.
“Mi experiencia en el IRB Barcelona fue única. Los primeros tres años de mi doctorado fueron el período que probablemente más he disfrutado en mi vida hasta ahora. Fue realmente gratificante”.
¿Cuál es tu área de especialización?
En mi grupo trabajamos en el desarrollo de herramientas de biología química y sintética para generar bioterapias y abordar el transporte a través de la barrera hematoencefálica (BBB, por las siglas en inglés de “Blood-Brain Barrier”).
¿Qué es la barrera hematoencefálica (BBB)?
La barrera hematoencefálica es una barrera fisiológica que separa el cerebro de la sangre. Esta barrera protege el cerebro, pero también impide que los fármacos alcancen sus objetivos.
La BBB es también la puerta principal para la entrada de nutrientes al cerebro, y se encuentra a muy poca distancia de todas las células neuronales. Por tanto, cruzar esta barrera permitiría una administración eficiente de fármacos a cualquier parte del cerebro.
La barrera hematoencefálica es un tema que te fascina desde hace años. Cuéntanos por qué.
Me encantan los retos, y cuando, al terminar la licenciatura en el IQS, descubrí que cruzar la barrera hematoencefálica era uno de los mayores retos en el campo de la administración de fármacos y también el principal obstáculo para combatir las enfermedades cerebrales, decidí convertir ese reto en uno de los principales objetivos de mi carrera.
¿Cómo llegaste a este campo?
Cuando empecé los estudios de Química, sabía que quería hacer carrera en el mundo académico. Así pues, en el último año de licenciatura empecé a buscar un laboratorio en el que realizar el doctorado.
Tras buscar en internet y hablar con varios amigos científicos, hice una lista de algunos investigadores de referencia en Barcelona. En esta lista figuraba Ernest Giralt, entonces jefe del Laboratorio de Péptidos y Proteínas del IRB Barcelona.
Desde el momento en que le conocí, tuve claro que quería formar parte de su laboratorio para realizar un doctorado. Recuerdo su entusiasmo cuando me mostraba el IRB Barcelona y me explicaba la ciencia que se hacía en su laboratorio. Me encantó cómo transmitía su visión de la ciencia.
Posteriormente me presentó a Meritxell Teixidó, que en su laboratorio lideraba la línea de investigación sobre el transporte a través de la BBB. Ella también fue una gran fuente de motivación.
En 2010, me incorporé al programa de doctorado del IRB Barcelona y Ernest se convirtió en mi supervisor, junto con Meritxell, que era investigadora asociada en el mismo laboratorio y que más adelante cofundaría la spin-off Gate2Brain y sería su Directora Ejecutiva.
¿Qué tienen de especial los venenos en el contexto del transporte a través de la BBB?
Los venenos son mezclas muy complejas de compuestos. Son únicos, porque ofrecen bibliotecas de péptidos resistentes y otras moléculas con múltiples actividades biológicas.
Los péptidos de los venenos son extremadamente resistentes a la degradación, ya que la mayoría de ellos ha evolucionado para causar daño. Muchos péptidos son tóxicos y alteran la BBB, pero algunos parecen ser capaces de cruzar esta barrera sin dañarla.
Entonces, existe una conexión entre la spin-off Gate2Brain y tu tesis. ¿Qué nos puedes explicar al respecto?
Gate2Brain surge de la línea de investigación sobre “transporte” cerebral liderada por Meritxell en el laboratorio de Ernest. Una de las moléculas clave de la empresa es MiniAp4, un péptido inspirado en el veneno de abeja que desarrollamos y patentamos y que se convirtió en el tema central de mi tesis. Me siento orgulloso de que haya una empresa que intente explotar los resultados de mi doctorado, ya que me gustaría que mi trabajo tuviera un impacto en las ciencias biomédicas y, con suerte, en la sociedad.
Estuviste 3 años (2016-2019) en el MRC Laboratory of Molecular Biology (LMB) del MRC en Cambridge (Reino Unido). Háblanos de esa experiencia.
Fue fascinante. El Laboratorio de Biología Molecular (LMB) del MRC (Medical Research Concil) es un lugar increíble. Este es el Instituto en el trabajaron los premios Nobel Watson y Crick. Desde entonces, creo que 14 personas de este centro han conseguido este galardón, ¡y dos de ellas durante mi estancia!
De hecho, cuando te contratan como postdoctorado, tienes que elegir un mentor en el MRC, y le pedí a Greg Winter que fuera el mío, y dos años más tarde obtuvo el Premio Nobel. Hablé con él varias veces antes del anuncio del premio. Fue muy interesante, porque no intentó responder ninguna gran pregunta, sino que buscó hacer algo que beneficiara enormemente a la sociedad.
Allí aprendí la mayor parte de lo que sé sobre biología molecular e ingeniería de proteínas de mis colegas en el laboratorio dirigido por Jason Chin.
¿Cómo fue tu regreso a España?
Regresé de Reino Unido en 2019. Conseguí una plaza de profesor asistente en el IQS y volví con la idea de montar mi grupo. Los inicios no son fáciles en el sistema universitario español. La investigación se valora, pero hay que hacerla paralelamente a una alta carga docente.
Tuve la suerte de contar con el apoyo del Dr. Salvador Borrós, jefe del departamento de Bioingeniería y actual director del IQS, que me dio un espacio, y me apoyó en muchos aspectos, pero al principio no tenía financiación.
¿...y el proceso de creación de tu grupo de investigación?
Conseguí una beca Marie Curie, lo que me permitió reducir la carga docente y disponer de algunos fondos para investigación. Luego llegó mi primer estudiante de doctorado, pero después llegó la pandemia. Fue un mal momento, porque empezábamos a tener algunos resultados, pero, a la vez, fue bien para poder pensar y redactar proyectos en paralelo a la docencia virtual.
De hecho, en el año posterior al inicio de la pandemia, nos adjudicaron todos los proyectos que solicitamos. La financiación de la Fundación ”la Caixa” y del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades me permitió empezar a constituir mi grupo.
También obtuviste una Starting Grant del ERC hace unos meses. ¡Enhorabuena! ¿De qué trata tu proyecto?
Sí, esto fue en noviembre del año pasado. Y ahora estamos iniciando el proyecto
Ernest Giralt me dijo una vez que una ERC debería ser mi objetivo al inicio de mi carrera independiente, porque me permitiría realizar investigaciones a una escala diferente (consta de 1,5 millones de euros en cinco años). ¡Conseguirla fue un sueño hecho realidad!
La primera vez que presenté mi solicitud con un proyecto “seguro” no funcionó. Así que la segunda vez dije: "Ahora nos vamos a volver locos". Tenía una idea sobre un sistema de transporte a través de la BBB que no tiene nada que ver con lo que se ha hecho hasta ahora.
El proyecto es, sin duda, de alto riesgo y alta ganancia. Incluso si no logramos el objetivo final, podemos aprender mucho en el camino sobre cómo funciona el transporte a través de la BBB. La idea es diseñar proteínas en la BBB para estudiar el transporte de sustancias naturales y potencialmente crear un nuevo sistema paralelo para administrar medicamentos.
¿...con alguna condición particular en mente?
Esta estrategia podría aplicarse a muchas condiciones, pero nos centramos principalmente en los tumores cerebrales, tanto metastásicos como primarios... que tienen tasas de supervivencia muy bajas.
Volvamos a tu doctorado en el IRB Barcelona. ¿Qué sientes cuando recuerdas esa época?
Mi experiencia en el IRB Barcelona fue única. Los primeros tres años de mi doctorado fueron el período que probablemente más he disfrutado en mi vida hasta ahora. Fue realmente gratificante.
Confirmé mi pasión por la ciencia. Conocí a mucha gente de la que todavía soy amigo cercano. Conocí a mi primer mentor Ernest Giralt. Además, era bastante introvertido, y el IRB Barcelona me ayudó a abrirme, y me involucré en el Consejo de Estudiantes de Doctorado y en la organización de simposios, entre otras actividades. Mi experiencia en el IRB Barcelona me permitió apreciar lo que se necesitaba para construir una carrera científica.
¿Qué importancia tuvieron las actividades formativas en las que participaste cuando eras estudiante de doctorado?
Aprendí mucho en las formaciones. Creo que el IRB Barcelona fue pionero en cursos para este nivel de formación. En el IQS ya existe un muy buen plan de formación para estudiantes de doctorado, y estoy utilizando mi experiencia en el IRB Barcelona y en Cambridge para ayudar a promover algunas actividades.
¿Qué consejo darías a los jóvenes que se encuentran actualmente en esta etapa?
Construir vínculos fuertes con la comunidad. Esto puede ayudarte a crecer y es lo que te sostiene en los malos momentos. Si tienes amigos que están pasando por lo mismo, te ayudará a seguir adelante.
¿Cómo es la relación con tus alumnos?
Me encanta ser mentor. Todavía encuentro tiempo para enseñar técnicas a los estudiantes en el laboratorio. Me gusta transmitir mi entusiasmo por la ciencia, ayudarles a planificar experimentos y analizar datos y, sobre todo, ayudarles a crecer como personas y como científicos. También quiero asegurarme de que se diviertan. ¡Quiero replicar mi propia experiencia como estudiante de doctorado!
Háblanos de tu grupo.
La Dra. Cristina Díaz, que también hizo el doctorado con Ernest Giralt, regresó a Barcelona después de 3 años en Suiza, y ahora es postdoc en mi grupo. También hay 3 estudiantes de doctorado y varios estudiantes de máster y pregrado.
En septiembre se incorporarán dos investigadores postdoctorales y cinco estudiantes de doctorado más (3 de ellos financiados por la ERC y los otros 2 a través de colaboraciones con empresas).
¿Dónde podemos encontrar información sobre las vacantes de tu grupo?
La información está en la página web del grupo, en LinkedIn, EURAXESS y otras plataformas. ¡Y siempre estoy en contacto con Sara Martorell de la Oficina de Alumni del IRB Barcelona para pedir ayuda a la hora de circular las ofertas de trabajo!
De hecho, mi primer estudiante de doctorado, que me ayudó a construir el laboratorio desde cero, obtuvo la información a través de un contacto en el IRB Barcelona. ¡Así que el networking, sin duda, funciona!
IRB Barcelona
El Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) trabaja para conseguir una vida libre de enfermedades. Desarrolla una investigación multidisciplinar de excelencia para curar el cáncer y otras enfermedades vinculadas al envejecimiento. Establece colaboraciones con la industria farmacéutica y los principales hospitales para hacer llegar los resultados de la investigación a la sociedad, a través de la transferencia de tecnología, y realiza diferentes iniciativas de divulgación científica para mantener un diálogo abierto con la ciudadanía. El IRB Barcelona es un centro internacional que acoge alrededor de 400 científicos de más de 30 nacionalidades. Reconocido como Centro de Excelencia Severo Ochoa desde 2011, es un centro CERCA y miembro del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST).